En esta prometida segunda parte, continuaré con el recorrido por aquellos clubes denominados “grandes” que les ha tocado descender de categoría y han sabido dar un salto de calidad, no sólo para volver a la máxima división, sino fundar a partir de esa desgracia las épocas más brillantes de su historia. Ya vimos en la primera nota cómo, para los dos más grandes equipos de Inglaterra, la relegación a la Second Division y su posterior regreso (más duro para Liverpool que para Manchester) implicó el renacer de la historia grande que no habían dejado de tener pero de la que aprenderían mucho para no volver a cometer esos errores. Mientras que en estos dos primeros casos las circunstancias que llevaron a las instituciones a perder la categoría fueron puramente deportivas, en los clubes que detallaré a continuación el descenso tendrá otras implicancias mucho más polémicas y controversiales que marcan también las características y la historia de este país. Ya verán de qué les estoy hablando.
Que Inglaterra e Italia son dos países bien distintos todo el mundo lo sabe. Por más que los una un mismo continente, las diferencias culturales y sociales marcan un gran abismo entre ambos. Como no podía ser de otra manera, el fútbol también refleja estos matices, separando a ambos estilos de juego y ubicándolos casi en las antípodas si de gustos hablamos. No me detendré en este punto ya que basta con ver un par de simples videos para darse cuenta de lo que digo. Lo cierto es que en cuestión de grandeza, en Italia la cosa también se divide entre algunos pocos equipos. Los clubes más ganadores del Calcio Italiano son, como casi todos se darán cuenta, Juventus, Milan e Inter en orden de importancia. Curiosamente, el de menos títulos de ellos tres -el Internazionale de Milán- es el único que nunca ha perdido la categoría de los denominados grandes en Italia. Si, aunque parezca asombroso y hasta increíble, Juventus y Milan han descendido alguna vez en su historia.
Cuando en marzo de 1980 el comerciante de Roma, Massimo Cruciani, realizó una denuncia intempestiva por estafa en unas apuestas ilegales, muy pocos medios prestaron atención al asunto. Ante la incredulidad de muchos, el asunto comenzó a adquirir más y más volumen como una bola de nieve que comienza a caer por la ladera de la montaña. Cuando las miradas de la justicia recayeron en varios jugadores de la Seria A y Serie B Italiana así como en el presidente del AC Milan, Felice Colombo, la cuestión ya se había transformado en una avalancha que amenazaba con arrastrar a varios. Por el caso que comenzó a conocerse como el “Totonero” (algo así como “quiniela negra” en italiano), fueron detenidos varios jugadores de Lazio, Lecce, Avellino, Génoa, Palermo, Bolonia, Nápoli, Milan y Perugia, además del mencionado dirigente algunos de ellos más. Entre los jugadores que se vieron implicados en este caso sobresale la figura de Paolo Rossi (jugador del Perugia), glorificado dos años más tarde luego de la concreción del Mundial de Fútbol en España con la selección italiana. La sentencia que saldría rápidamente unos meses después de estallar el escándalo, inhabilitaba a 18 jugadores profesionales y decretaba duras penas a las instituciones implicadas, entre ellas Lazio y Milan sufrirían el descenso automático a la Serie B. Una pena que resultaría ejemplar y que sentaría un poderoso precedente que será aplicado años mas tarde como veremos a continuación.