viernes, 20 de enero de 2012

Un futbolista secreto en la Unión Sovietica

          ¿Cuántas veces hemos deambulado por la delgada línea que separa la realidad de la ficción, lo que podemos ver y oír de la fantasía? A todos nos ha pasado seguramente. La literatura, el teatro, el cine, siempre han sido receptores y transmisores de esta disyuntiva a través de historias que nos han atrapado más allá de saber que formaban parte de la imaginación. En el fútbol también sucede muy a menudo. Escritores y cuentistas como Roberto Fontanarrosa y Eduardo Sacheri, por citar dos ejemplos, han sabido explotar maravillosamente la ficcionalización del relato deportivo en obras que ya han pasado a formar parte de nuestra rica cultura. ¿Mito o verdad? Con ese rumbo comenzaré a recorrer esta historia.

Camarada Jim. El libro que da pie a la leyenda.
          El principio de este curioso relato si inicia a partir de la publicación de un libro. Un libro raro, enigmático, de una personalidad reconocida en Europa que había transcurrido buena parte de sus días como cuentista infantil, novelista y estudioso de la cultura rusa. “Camarada Jim, el espía que jugó en el Spartak”, develaba un secreto bien guardado por su escritor y a partir de ese instante daba pie a toda una serie de versiones que se trazaron alrededor de este personaje.

         Recién transcurrida la década del ’60, el maestro inglés James Riordan fomentaba diariamente su fanatismo por el sistema comunista de la Unión Soviética que incluso lo había llevado a graduarse en Estudios sobre Rusia en la Universidad de Birmingham. Luego de cumplir con el obligatorio servicio militar en el Reino Unido, logra conseguir un cupo en la URSS para continuar con sus investigaciones en la materia, que lo llevaría años más tarde a publicar los primeros trabajos teóricos sobre el deporte en el otro lado de la Cortina de Acero. Ya instalado en Moscú, comenzó a tener contacto cada vez más asiduo con los llamados “Espías de Cambridge”, un pequeño grupo de intelectuales que había sabido enviar información desde Gran Bretaña hacia la URSS sufriendo posteriormente el destierro.

viernes, 13 de enero de 2012

El origen de Europa

          Todo aquel aficionado a la geografía o la geología que se encuentre leyendo esta nota claramente se llevará una desilusión, dado que no hablaré de ningún aspecto relacionado con el campo de estudio de estas ciencias. Sin dudas que el origen del continente europeo (o del continente de Eurasia para hablar con propiedad) no es de incumbencia en este blog. Pero sí lo es, lo fue y lo será el germen que determinó la creación de uno de los campeonatos internacionales más importantes y trascendentes del mundo. De eso se trata esta historia.

El Wolverhampton y los duelos que iniciaron la polémica. Sería la revancha del fútbol ingles.         

           
         A mediados de la década de 1950 la selección inglesa no pasaba por uno de sus mejores momentos. Diría que por uno de los peores. O el peor. Los británicos venían de sufrir sendos fracasos en los mundiales de Brasil ’50 (eliminado en primera fase) y Suiza ’54 (lo venció Uruguay en cuartos). Pero lo peor había sucedido un año antes, en 1953, cuando la Rosa enfrentó en una serie de amistosos al equipo del momento: Hungría de Czibor, Kocsis (goleador de aquel mundial) y Puskas. El resultado no pudo ser más calamitoso: 3-6 en Wembley y 1-7 en Budapest en la mayor derrota del equipo inglés de su existencia.

jueves, 12 de enero de 2012

Wolverhampton: el campeón total

          Como dice la descripción de este blog, “el fútbol tiene tantas historias como personas que hayan disfrutado de este deporte”. Y vaya si las hay. Como esta curiosa historia de un equipo de supo lamer las mieles del éxito y la gloria de la misma forma que sufrir el fuego del infierno y descender varias categorías sucesivas.

The Molineux: la casa del Wolverhampton.
            En 1877 es fundado el Wolverhampton Wanderers Football Club en la ciudad que lleva el mismo nombre ubicada en el corazón de Inglaterra. Luego de un par de éxitos nacionales (dos Copas FA: 1893 y 1908) el equipo entra en una serie de ascensos y descensos intermitentes entre Primera y Segunda División, con algún paso también por la Tercera. Pero los tiempos de esplendor, aunque tardarían unos 80 años en llegar, finalmente sabrían curar las heridas de antaño.




Stanley Cullis: el director de la epoca dorada.
           La década del ’50 sería la época de oro de los wolves -como se los conoce popularmente-, iniciada unos años antes con el ascenso y nuevo título copero en 1949 de la mano de una de las leyendas del club como jugador y luego como entrenador: Stanley Cullis. Con él como técnico, el club alcanzaría los mayores éxitos de su existencia al alcanzar la cima de liga inglesa en tres temporadas: 1954, y el bicampeonato del ’58 y ’59. Además conseguiría una nueva Copa FA en 1960 y la Community Shield (la Supercopa Inglesa) de 1949, 1954, 1959 y 1960. Así se cerraba una década marcada por el renacer de un club que apuntaba hacia lo más alto luego de su fundación pero que, sin embargo, sufrió el esplendor de su furioso comienzo y no supo mantener el rumbo.

martes, 10 de enero de 2012

El profesionalismo destruyó a un grande

           Ya ha sido tema de este blog la lucha entre el profesionalismo y el amateurismo que se inicia a partir de la llegada del siglo XX en Europa (ver http://historiasdelaredondes.blogspot.com/2012/01/la-tradicion-de-no-pagar.html), y a principios de la década de 1930 en Sudamérica. Este es el caso de la Argentina, que toma como inicio de la era del profesionalismo el año 1931 con la consagración de Boca Juniors en este torneo.

           En el periodo que va de 1891 (cuando se organiza la primera competencia nacional) a la década del ’30, numerosos clubes que practicaban el incipiente fútbol del Rio de la Plata, comenzaron a desaparecer paulatinamente, arrojados por la vorágine del profesionalismo que imponía una fuerte barrera ideológica a quienes pensaban que el deporte no debía entremezclarse con cuestiones lucrativas.Una de las instituciones que más sufrió este avance modernizante fue Alumni, conocido en nuestro país como el equipo más ganador de la era amateur.

Camiseta e insignia del mítico club Alumni.
           El Alumni Athletic Club fue fundado en 1898 aunque basa su creación en el equipo conformado por alumnos del Buenos Aires English High School para participar en el torneo de la Argentine Association Football League, dirigidos por Alexander Watson Hutton, considerado el padre del fútbol argentino. Luego de un pequeño paso por la recientemente creada Segunda División, comienza su carrera exitosa en la liga de 1900 de la que se consagra campeón. A partir de ahí le sucederán 9 títulos más (1901, 1902, 1903, 1905, 1906, 1907, 1909, 1910 y 1911) para llegar a un total de 10 y coronarse como el máximo campeón de la era amateur, en la que también obtuvo varias copas Competencia (’07, ’08 y ‘09) y de Honor (’05 y ‘06) junto con 7 trofeos a escala internacional.

viernes, 6 de enero de 2012

Un Rey Mago para el Bayern Munich

             No es casualidad ni coincidencia que este post salga a la luz un Día de Reyes. Como la tradición lo marca, todos los 6 de enero de cada año los niños esperan ansiosos la llegada del nuevo día para recibir los regalos. Pero la historia que aquí contaré no será un obsequio cualquiera. Había una copa, un campeonato de por medio, y este incidente -que fue más trascendente que el partido mismo- quedaría en los anales del fútbol para siempre.

             El 15 de mayo de 1974 no fue un día cualquiera para Miguel Reina. Tampoco para el equipo del cual era su arquero titular, el Atlético de Madrid, que luego de años de frustraciones y de soportar los 6 campeonatos continentales del Real a esa altura, llegaba por fin a una final de envergadura con el sueño grande de conquistarla. La cita era en el Estadio de Heysel en Bruselas, Bélgica, ante uno de los equipos del momento y que se preparaba para ser el conquistador de Europa por varios años más: el  Bayern Múnich del prestigioso entrenador alemán Udo Lattek que contaba, entre otros, con Sepp Maier en el arco, Franz Beckenbauer en la zaga y al tanque Gerd Müller en la delantera. La edad de oro del fútbol alemán alimentaba su sed de gloria en la base de este verdadero equipazo.

Miguel Reina padre de Pepe Reina, actual arquero de Liveroool.
            El equipo Colchonero llegaba en forma invicta a esta final pero diezmado producto de la dura serie jugada ante el Celtic de Glasgow en las semifinales del torneo. Con la experiencia y la sabiduría del gran Juan Carlos “Toto” Lorenzo en el banco madrileño, su equipo había superado a rivales como el Estrella Roja de Belgrado, el Dinamo Bucarest rumano y al Galatasaray turco.

           Ante más de 40 mil espectadores, el encuentro comenzaba como se esperaba, trabado y disputado más que abierto y con muchas chances de gol. Tal fue así que los 90 minutos reglamentarios finalizaron con el cero en ambas porterías y se debió recurrir al tiempo suplementario para definir quién sería el campeón. Hasta esta edición la historia marcaba que nunca se había dado un empate tan ajustado en el marcador y menos se había tenido que decidir la copa en un partido definitorio como lo estipulaba el reglamento, ya que no existían los tiros desde el punto del penal.

jueves, 5 de enero de 2012

Brian Clough vs Don Revie: un duelo de película

Pocos enfrentamientos en el fútbol han tenido tanta ferocidad y trascendencia como el que desarrollaré en esta historia, sin nada que envidiarle a cualquiera de las mejores novelas venezolanas o a los culebrones brasileños que vemos en la TV. Para un mejor entendimiento del contexto recomiendo volver hasta el último post (ver http://historiasdelaredondes.blogspot.com/2012/01/el-creador-de-suenos.html) donde se cuenta la vida y obra de Brian Clough, justamente uno de los protagonistas de este duelo de película.

Clough y Revie. Dos rivales cara a cara.
El comienzo del conflicto se sitúa en los momentos previos a un enfrentamiento de copa (de las tantas que hay en Inglaterra) en la temporada 67-68 entre el Derby County, colista de la Segunda División, y el Leeds United, puntero en Primera. El resultado no pasaría a la historia ni sorprendería a nadie (victoria 2-0 del Leeds) sino que lo importante aquí era la guerra que se estaba avecinando. El técnico del equipo local, Brian Clough, se disponía a recibir, como la tradición manda, al cuerpo técnico del equipo visitante encabezado por el entrenador del momento, Donald George Revie alias “Don”, que había logrado ascender al Leeds y ubicarlo dentro de los mejores de la liga. Quizás la misma personalidad de Revie o la gran diferencia entre ambos conjuntos, hicieron que desista de ir a saludar al dueño de casa que esperaba gustoso. No lo sabemos. Lo cierto es que Clough nunca jamás perdonaría este gesto grosero y se juró a si mismo construir un gran equipo para ascender a la Frist Division y poder superar al Leeds de Revie.

miércoles, 4 de enero de 2012

Brian Clough: el creador de sueños


267 goles en 296 partidos jugados, parecen números de alguno de los mejores y más famosos jugadores de fútbol de la historia. Pero sólo son las cifras de un personaje que apenas disputo 3 partidos y anotó un gol en la máxima división de la vieja Liga Inglesa.  

Clough en su paso por el Boro.
Brian Howard Clough nació el 21 de marzo de 1935 en Middlesbrough, Inglaterra. Hincha del equipo de la ciudad -el Boro como popularmente se lo llama- comenzó desde pequeño con la afición del fútbol en sus venas. Allí jugó durante su adolescencia llegando al equipo principal luego de prestar sus servicios en la Royal Air Force. Asentado ya como titular, disputó 222 partidos en seis temporadas en la Segunda División Inglesa marcando 204 goles. Adquirido por el Sunderland en 42 mil libras, llegó a jugar 74 partidos en dos años anotando 63 tantos, hasta el fatídico día que una rotura de ligamentos lo alejaría definitivamente de las canchas.

La exitosa pero prontamente truncada carrera como futbolista daría paso a la profesión con la que alcanzaría la cima del fútbol mundial. Inicialmente entrenador de juveniles en su último equipo, Brian Clough rápidamente buscó nuevos retos que pusieran a prueba sus habilidades a la hora de dirigir y entrenar. Luego de un pequeño periodo al frente del Hartlepools United de la Cuarta División, firmó en el Derby County junto a su inseparable compañero Peter Taylor. En los Carneros comenzó a forjar el estilo que le sería propio de aquí en más y que le depararía duras críticas en el futuro. Declarador polémico y perspicaz, entrenador astuto, exigente y temperamental, defensor acérrimo del juego limpio y las tradiciones del fútbol. Siempre en constante fricción con la dirigencia de los clubes debido a su particular método de contratación de jugadores que lo hacía llegar a adquirir a los mismos futbolistas con los que había contado en sus anteriores clubes, recomendados por su ayudante Peter Taylor, como por ejemplo John McGovern, Roy McFarland, John O'Hare y Archie Gemmill.

domingo, 1 de enero de 2012

La tradición de no pagar

En los tiempos que corren la lucha entre lo antiguo y lo nuevo, lo tradicional y lo moderno, es una batalla que se desempeña en varios frentes simultáneos. Entre ellos, el fútbol también es el lugar de disputa de valores que pugnan por imponerse unos sobre otros. Mediando la década de 1860, las reglas de este deporte inician un proceso de refinamiento, legitimación y consolidación que derivó en la estructura que hoy conocemos pero que distaba, en ese entonces, de parecerse a la actual. En este contexto, en las Islas Británicas se respiraba un ambiente inundado por la popularidad creciente del juego que enfrentaba a once jugadores por lado, persiguiendo la actitud errante de un balón con olor a cuero, y con el único objetivo de abrazarlo entre las redes que tendían de los tres palos. 
Equipo de Queen's Park campeón de la Copa de Escocia de 1874.
Con sueños de grandeza, un grupo de jóvenes escoceses de la ciudad de Glasgow fundaban así un 9 de julio de 1867 el Queen’s Park Football Club: la primera institución futbolística de Escocia. El lema del naciente sueño era claro, contundente e inflexible: ludere causa ludendi (jugar por el juego mismo). Desde ese día en adelante el club no abonaría el salario de ninguno de sus jugadores sin excepción alguna. Ni el mismísimo Alex Ferguson, que vistió la camiseta del club entre 1958 y 1960, tuvo el lujo de recibir una sola libra. La decisión no era absurda ni arbitraria; respondía a  un clima de profesionalismo que comenzaba a invadir el mundo del pionero fútbol británico y que chocaba contra las tradiciones y los valores fundacionales de este deporte: solidaridad, caballerosidad, respeto y competencia sana.