martes, 19 de junio de 2012

El primer ascenso de River


No hay casi nada en este mundo que no haya ocurrido al menos una vez. A quién no le sucedió de tener una muy buena idea (creemos que es muy buena) y luego, minutos después, descubrir con resignación y desilusión que ya se le había ocurrido a alguien en el pasado. Como lo manifiestan y reafirman las líneas sucesivas de este blog, el fútbol y todas sus implicancias que abarca para sí, no son la excepción a la regla. Este deporte es practicado por humanos, por hombre, mujeres y seres de cualquier género, y por ello no puede escapar a las leyes que impone este mundo que, alguna vez y por alguien (¿Eratóstenes? ¿Galileo Galilei? ¿Cristóbal Colon?), fue calificado de redondo. Todo tiene un origen, un pasado, y siempre ha habido una primera vez para todo. En el fútbol también, como no podría ser de otra forma. 

Esta historia trata de una primera vez. No de una cualquiera sino de una muy especial. De un ascenso que todos los hinchas del Club Atlético River Plate desearán que se transforme en el primero, porque si hay primero quiere decir que también habrá un segundo.

El relato debe hacer un gran esfuerzo para remontarse a épocas en las que, además de practicase el fútbol de manera amateur, no existía la difusión y repercusión de los grandes medios de comunicación que ya son habituales en nuestros días y, en consecuencia, no abundan los testimonios que evidencien los hechos que son motivos de estas líneas.

Leopoldo Bard: primer Presidente de River.
En 1908 todo era muy diferente. Tal es así que ninguno de los denominados clubes grandes del Fútbol Argentino se encontraba jugando en la Primera División. El deporte recién comenzaba a dar sus primeros pasos por estos lares y todo era muy nuevo: una organización extremadamente rudimentaria, campos de juego y estadios muy precarios, reglas que se encontraban en perfeccionamiento continuo, y clubes que aparecían y desaparecían de la noche a la mañana, completaban el panorama de esta práctica en nuestro país.

El 25 de mayo de 1901 hace su aparición en la escena de la época el Club Atlético River Plate fundado originalmente en el barrio porteño de La Boca. Con la recientemente formada "Football Association" (el 30 de abril de 1905) comienza la historia del Fútbol Argentino y la institución decide inscribirse en la misma para jugar la Tercera División. Luego de permanecer un año en esta categoría los riverplatenses se anotan en la Segunda División para disputar allí la temporada de 1906.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Los grandes también caen. Tercera Parte

En esta tercera y última parte de grandes descensos en el fútbol mundial, saldré un poco de la tónica de las anteriores ediciones para centrarme especialmente en clubes no de la grandeza de un Milan o un Manchester United pero que, sin embargo, han hecho historia en sus respectivos países y por supuesto a nivel internacional. Si se inventara una escala medianamente precisa para establecer los cánones entre grandes y chicos, podría decirse de estos clubes como grandes pero de segunda línea, o grandes sin la magnitud de los gigantes ya desarrollados en la primera y segunda parte de esta edición. Terminaré el recorrido por España, elegido no de forma arbitraria sino porque es el país donde los equipos más ganadores nunca han descendido, tal es el caso de Real Madrid, Barcelona y Athletic Club de Bilbao. No obstante, en el país de la península ibérica se dieron un par de ejemplos dignos de repasar sobre equipos también considerados grandes.

Don Alfredo. Un historico que sufrió aquel triste descenso.
La tabla histórica de la Liga Española de Fútbol indica que el Valencia Club de Fútbol es el tercer equipo que más puntos ha obtenido a lo largo de los 80 años de existencia de esta competición. Aunque con algunos partidos menos, ha sabido aventajar en las últimas temporadas al Athletic Club vasco, equipo que junto con Barcelona y Real Madrid no saben de descensos. Valencia C.F. supo ganarse un lugar entre los grandes de España a fuerza de grandes triunfos tanto nacionales como internacionales. Luego del parate por el desastre de la Guerra Civil (que entre otras cosas destruyó el estadio de Mestalla), el club comenzó a fundar un futuro con aspiraciones de grandeza alcanzando sus primeros logros en la década de 1940 con la Copa del Generalísimo (hoy Copa del Rey) en el ’41, la Liga en el ’44, ’46 y ’47, y nuevamente la copa nacional en 1949. Décadas más tarde la institución se preparaba para asaltar la cima del continente en dos proezas que quedaron marcadas en su historia: el bicampeonato de la Copa de Ferias (posteriormente Copa UEFA y actualmente Europa League) en los años 1962 y 1963, superando en la final a Barcelona y Dinamo Zagreb respectivamente. Luego de otra edad de oro en la década del ’70 con la predominante figura de Mario Alberto Kempes, la institución valenciana cayo en una profunda crisis económica ya entrado el nuevo decenio producto de la partida de las viejas figuras pero sobre todo debido a la reforma completa del estadio de Mestalla para el Mundial de 1982.  

viernes, 10 de febrero de 2012

Los grandes también caen. Segunda Parte

En esta prometida segunda parte, continuaré con el recorrido por aquellos clubes denominados “grandes” que les ha tocado descender de categoría y han sabido dar un salto de calidad, no sólo para volver a la máxima división, sino fundar a partir de esa desgracia las épocas más brillantes de su historia. Ya vimos en la primera nota cómo, para los dos más grandes equipos de Inglaterra, la relegación a la Second Division y su posterior regreso (más duro para Liverpool que para Manchester) implicó el renacer de la historia grande que no habían dejado de tener pero de la que aprenderían mucho para no volver a cometer esos errores. Mientras que en estos dos primeros casos las circunstancias que llevaron a las instituciones a perder la categoría fueron puramente deportivas, en los clubes que detallaré a continuación el descenso tendrá otras implicancias mucho más polémicas y controversiales que marcan también las características y la historia de este país. Ya verán de qué les estoy hablando.

Que Inglaterra e Italia son dos países bien distintos todo el mundo lo sabe. Por más que los una un mismo continente, las diferencias culturales y sociales marcan un gran abismo entre ambos. Como no podía ser de otra manera, el fútbol también refleja estos matices, separando a ambos estilos de juego y ubicándolos casi en las antípodas si de gustos hablamos. No me detendré en este punto ya que basta con ver un par de simples videos para darse cuenta de lo que digo. Lo cierto es que en cuestión de grandeza, en Italia la cosa también se divide entre algunos pocos equipos. Los clubes más ganadores del Calcio Italiano son, como casi todos se darán cuenta, Juventus, Milan e Inter en orden de importancia. Curiosamente, el de menos títulos de ellos tres -el Internazionale de Milán- es el único que nunca ha perdido la categoría de los denominados grandes en Italia. Si, aunque parezca asombroso y hasta increíble, Juventus y Milan han descendido alguna vez en su historia.

El equipo que entró en la historia negra del club debido al escandalo.
Cuando en marzo de 1980 el comerciante de Roma, Massimo Cruciani, realizó una denuncia intempestiva por estafa en unas apuestas ilegales, muy pocos medios prestaron atención al asunto. Ante la incredulidad de muchos, el asunto comenzó a adquirir más y más volumen como una bola de nieve que comienza a caer por la ladera de la montaña. Cuando las miradas de la justicia recayeron en varios jugadores de la Seria A y Serie B Italiana así como en el presidente del AC Milan, Felice Colombo, la cuestión ya se había transformado en una avalancha que amenazaba con arrastrar a varios. Por el caso que comenzó a conocerse como el “Totonero” (algo así como “quiniela negra” en italiano), fueron detenidos varios jugadores de Lazio, Lecce, Avellino, Génoa, Palermo, Bolonia, Nápoli, Milan y Perugia, además del mencionado dirigente algunos de ellos más. Entre los jugadores que se vieron implicados en este caso sobresale la figura de Paolo Rossi (jugador del Perugia), glorificado dos años más tarde luego de la concreción del Mundial de Fútbol en España con la selección italiana. La sentencia que saldría rápidamente unos meses después de estallar el escándalo, inhabilitaba a 18 jugadores profesionales y decretaba duras penas a las instituciones implicadas, entre ellas Lazio y Milan sufrirían el descenso automático a la Serie B. Una pena que resultaría ejemplar y que sentaría un poderoso precedente que será aplicado años mas tarde como veremos a continuación.    
 

Los grandes también caen. Primera Parte

El fútbol cada tanto nos depara alguna que otra sorpresa. Es que de eso se alimenta este deporte y lo hace el más emotivo de todos. El suspenso, el asombro constante, la falta de lógica por momentos, la imprevisión y hasta lo imposible forman parte de la batería diaria de características que podemos ir agregando día tras día, año tras año, a esta disciplina tan similar a nuestro comportamiento social como seres humanos. Es quizás por esto que el fútbol sea un deporte tan popular, por la seguridad de lo inseguro, por la espera de lo inesperado. Así como la historia de la Grecia antigua, la historia del fútbol se compone tanto de éxitos y hazañas como de fracasos y tragedias. Tal vez más de unos que de otros. Lo cierto es que todo gran pasado y presente posee su necesaria cuota de dramatismo y tristeza por el sabor amargo de la derrota, que engrandece aun más la historia de un club, un jugador o un país.

Los casos de los llamados “equipos grandes” que han sabido lo que es el abismo del descenso ya suman más de una decena. Queda para otro momento la discusión de a que club le agregamos el mote de “grande”; lo cierto es que así se denomina comúnmente a aquellos equipos con un rico pasado en cuanto a logros y proezas, independientemente de su posición actual que puede variar notablemente con respecto a los éxitos de antaño. Pero esto último lo dejaré para la segunda parte de esta nota donde retomaré el tema. Comencemos a recorrer este camino allá lejos en el tiempo hasta la actualidad, y llegar a la indefectible conclusión que, como dice el dicho, un tropezón no es caída; es más, para muchos clubes -como veremos- ese paso hacia atrás representó el comienzo de una historia muchas más gloriosa que la que hasta entonces parecía marcar su porvenir.

El fútbol inglés es un caso muy particular donde se encuentran el mayor número de clubes que han alcanzado la cima de Europa y que, a su vez, han sufrido en carne propia el fuego del infierno. Inglaterra es el único país donde todos los clubes de Primera División han descendido, con una particular excepción: el Wigan Athletic, que desde su ascenso en 2005 a la Premier League no ha perdido la categoría hasta la fecha. A diferencia de lo que sucede en el resto de los países donde se practica el fútbol, en Inglaterra nadie se podrá enorgullecer de nunca haber visto a su equipo en la Segunda o hasta Tercera División. Ni siquiera los máximos campeones como Manchester United, Liverpool, Arsenal, Everton o Aston Villa poseen este privilegio.
Bill Shankly. El hombre de la nueva era en Liverpool.
Llegando a la mitad de la década del ’50 nadie hubiera pensado en la gran ciudad de Liverpool que luego de su auspiciosa fundación en 1892, el club más popular jugaría nada más y nada menos que 8 años en la Second Division. Efectivamente fue así. Luego de una desastrosa campaña en 1954 el Liverpool FC descendía de categoría ante la incredulidad de sus hinchas que no podían asimilar cómo un club que, ya a esa altura, había logrado cinco títulos de liga pudiera caer tan estrepitosamente. Las campañas en el ascenso inglés no fueron ni una, ni dos, ni tres, sino siete, logrando finalmente ascender en 1962 luego de una racha que algunos podrían titular de mala suerte al alcanzar varios y sucesivos terceros puestos. Tres años antes, en 1959, entraría en las oficinas de Anfield Road la persona que cambiaría la historia del club para siempre: Bill Shankly. Con él, Liverpool no sólo logró volver a la máxima categoría sino que también alcanzó la cumbre de su país y de Europa. 3 Ligas Inglesas (’64, ’66 y ‘73), 3 Community Shield (’64, ’65 y ‘66), 2 F.A. Cup (’65 y ‘74) y la Copa EUFA de 1973, fueron los títulos que comenzaron a engrosar la multitudinaria vitrina de Liverpool. Para los Reds, el descenso no sólo significo el fin de una era sino también el comienzo de la época dorada del club que se mantiene hasta nuestros días.

viernes, 20 de enero de 2012

Un futbolista secreto en la Unión Sovietica

          ¿Cuántas veces hemos deambulado por la delgada línea que separa la realidad de la ficción, lo que podemos ver y oír de la fantasía? A todos nos ha pasado seguramente. La literatura, el teatro, el cine, siempre han sido receptores y transmisores de esta disyuntiva a través de historias que nos han atrapado más allá de saber que formaban parte de la imaginación. En el fútbol también sucede muy a menudo. Escritores y cuentistas como Roberto Fontanarrosa y Eduardo Sacheri, por citar dos ejemplos, han sabido explotar maravillosamente la ficcionalización del relato deportivo en obras que ya han pasado a formar parte de nuestra rica cultura. ¿Mito o verdad? Con ese rumbo comenzaré a recorrer esta historia.

Camarada Jim. El libro que da pie a la leyenda.
          El principio de este curioso relato si inicia a partir de la publicación de un libro. Un libro raro, enigmático, de una personalidad reconocida en Europa que había transcurrido buena parte de sus días como cuentista infantil, novelista y estudioso de la cultura rusa. “Camarada Jim, el espía que jugó en el Spartak”, develaba un secreto bien guardado por su escritor y a partir de ese instante daba pie a toda una serie de versiones que se trazaron alrededor de este personaje.

         Recién transcurrida la década del ’60, el maestro inglés James Riordan fomentaba diariamente su fanatismo por el sistema comunista de la Unión Soviética que incluso lo había llevado a graduarse en Estudios sobre Rusia en la Universidad de Birmingham. Luego de cumplir con el obligatorio servicio militar en el Reino Unido, logra conseguir un cupo en la URSS para continuar con sus investigaciones en la materia, que lo llevaría años más tarde a publicar los primeros trabajos teóricos sobre el deporte en el otro lado de la Cortina de Acero. Ya instalado en Moscú, comenzó a tener contacto cada vez más asiduo con los llamados “Espías de Cambridge”, un pequeño grupo de intelectuales que había sabido enviar información desde Gran Bretaña hacia la URSS sufriendo posteriormente el destierro.

viernes, 13 de enero de 2012

El origen de Europa

          Todo aquel aficionado a la geografía o la geología que se encuentre leyendo esta nota claramente se llevará una desilusión, dado que no hablaré de ningún aspecto relacionado con el campo de estudio de estas ciencias. Sin dudas que el origen del continente europeo (o del continente de Eurasia para hablar con propiedad) no es de incumbencia en este blog. Pero sí lo es, lo fue y lo será el germen que determinó la creación de uno de los campeonatos internacionales más importantes y trascendentes del mundo. De eso se trata esta historia.

El Wolverhampton y los duelos que iniciaron la polémica. Sería la revancha del fútbol ingles.         

           
         A mediados de la década de 1950 la selección inglesa no pasaba por uno de sus mejores momentos. Diría que por uno de los peores. O el peor. Los británicos venían de sufrir sendos fracasos en los mundiales de Brasil ’50 (eliminado en primera fase) y Suiza ’54 (lo venció Uruguay en cuartos). Pero lo peor había sucedido un año antes, en 1953, cuando la Rosa enfrentó en una serie de amistosos al equipo del momento: Hungría de Czibor, Kocsis (goleador de aquel mundial) y Puskas. El resultado no pudo ser más calamitoso: 3-6 en Wembley y 1-7 en Budapest en la mayor derrota del equipo inglés de su existencia.

jueves, 12 de enero de 2012

Wolverhampton: el campeón total

          Como dice la descripción de este blog, “el fútbol tiene tantas historias como personas que hayan disfrutado de este deporte”. Y vaya si las hay. Como esta curiosa historia de un equipo de supo lamer las mieles del éxito y la gloria de la misma forma que sufrir el fuego del infierno y descender varias categorías sucesivas.

The Molineux: la casa del Wolverhampton.
            En 1877 es fundado el Wolverhampton Wanderers Football Club en la ciudad que lleva el mismo nombre ubicada en el corazón de Inglaterra. Luego de un par de éxitos nacionales (dos Copas FA: 1893 y 1908) el equipo entra en una serie de ascensos y descensos intermitentes entre Primera y Segunda División, con algún paso también por la Tercera. Pero los tiempos de esplendor, aunque tardarían unos 80 años en llegar, finalmente sabrían curar las heridas de antaño.




Stanley Cullis: el director de la epoca dorada.
           La década del ’50 sería la época de oro de los wolves -como se los conoce popularmente-, iniciada unos años antes con el ascenso y nuevo título copero en 1949 de la mano de una de las leyendas del club como jugador y luego como entrenador: Stanley Cullis. Con él como técnico, el club alcanzaría los mayores éxitos de su existencia al alcanzar la cima de liga inglesa en tres temporadas: 1954, y el bicampeonato del ’58 y ’59. Además conseguiría una nueva Copa FA en 1960 y la Community Shield (la Supercopa Inglesa) de 1949, 1954, 1959 y 1960. Así se cerraba una década marcada por el renacer de un club que apuntaba hacia lo más alto luego de su fundación pero que, sin embargo, sufrió el esplendor de su furioso comienzo y no supo mantener el rumbo.

martes, 10 de enero de 2012

El profesionalismo destruyó a un grande

           Ya ha sido tema de este blog la lucha entre el profesionalismo y el amateurismo que se inicia a partir de la llegada del siglo XX en Europa (ver http://historiasdelaredondes.blogspot.com/2012/01/la-tradicion-de-no-pagar.html), y a principios de la década de 1930 en Sudamérica. Este es el caso de la Argentina, que toma como inicio de la era del profesionalismo el año 1931 con la consagración de Boca Juniors en este torneo.

           En el periodo que va de 1891 (cuando se organiza la primera competencia nacional) a la década del ’30, numerosos clubes que practicaban el incipiente fútbol del Rio de la Plata, comenzaron a desaparecer paulatinamente, arrojados por la vorágine del profesionalismo que imponía una fuerte barrera ideológica a quienes pensaban que el deporte no debía entremezclarse con cuestiones lucrativas.Una de las instituciones que más sufrió este avance modernizante fue Alumni, conocido en nuestro país como el equipo más ganador de la era amateur.

Camiseta e insignia del mítico club Alumni.
           El Alumni Athletic Club fue fundado en 1898 aunque basa su creación en el equipo conformado por alumnos del Buenos Aires English High School para participar en el torneo de la Argentine Association Football League, dirigidos por Alexander Watson Hutton, considerado el padre del fútbol argentino. Luego de un pequeño paso por la recientemente creada Segunda División, comienza su carrera exitosa en la liga de 1900 de la que se consagra campeón. A partir de ahí le sucederán 9 títulos más (1901, 1902, 1903, 1905, 1906, 1907, 1909, 1910 y 1911) para llegar a un total de 10 y coronarse como el máximo campeón de la era amateur, en la que también obtuvo varias copas Competencia (’07, ’08 y ‘09) y de Honor (’05 y ‘06) junto con 7 trofeos a escala internacional.

viernes, 6 de enero de 2012

Un Rey Mago para el Bayern Munich

             No es casualidad ni coincidencia que este post salga a la luz un Día de Reyes. Como la tradición lo marca, todos los 6 de enero de cada año los niños esperan ansiosos la llegada del nuevo día para recibir los regalos. Pero la historia que aquí contaré no será un obsequio cualquiera. Había una copa, un campeonato de por medio, y este incidente -que fue más trascendente que el partido mismo- quedaría en los anales del fútbol para siempre.

             El 15 de mayo de 1974 no fue un día cualquiera para Miguel Reina. Tampoco para el equipo del cual era su arquero titular, el Atlético de Madrid, que luego de años de frustraciones y de soportar los 6 campeonatos continentales del Real a esa altura, llegaba por fin a una final de envergadura con el sueño grande de conquistarla. La cita era en el Estadio de Heysel en Bruselas, Bélgica, ante uno de los equipos del momento y que se preparaba para ser el conquistador de Europa por varios años más: el  Bayern Múnich del prestigioso entrenador alemán Udo Lattek que contaba, entre otros, con Sepp Maier en el arco, Franz Beckenbauer en la zaga y al tanque Gerd Müller en la delantera. La edad de oro del fútbol alemán alimentaba su sed de gloria en la base de este verdadero equipazo.

Miguel Reina padre de Pepe Reina, actual arquero de Liveroool.
            El equipo Colchonero llegaba en forma invicta a esta final pero diezmado producto de la dura serie jugada ante el Celtic de Glasgow en las semifinales del torneo. Con la experiencia y la sabiduría del gran Juan Carlos “Toto” Lorenzo en el banco madrileño, su equipo había superado a rivales como el Estrella Roja de Belgrado, el Dinamo Bucarest rumano y al Galatasaray turco.

           Ante más de 40 mil espectadores, el encuentro comenzaba como se esperaba, trabado y disputado más que abierto y con muchas chances de gol. Tal fue así que los 90 minutos reglamentarios finalizaron con el cero en ambas porterías y se debió recurrir al tiempo suplementario para definir quién sería el campeón. Hasta esta edición la historia marcaba que nunca se había dado un empate tan ajustado en el marcador y menos se había tenido que decidir la copa en un partido definitorio como lo estipulaba el reglamento, ya que no existían los tiros desde el punto del penal.

jueves, 5 de enero de 2012

Brian Clough vs Don Revie: un duelo de película

Pocos enfrentamientos en el fútbol han tenido tanta ferocidad y trascendencia como el que desarrollaré en esta historia, sin nada que envidiarle a cualquiera de las mejores novelas venezolanas o a los culebrones brasileños que vemos en la TV. Para un mejor entendimiento del contexto recomiendo volver hasta el último post (ver http://historiasdelaredondes.blogspot.com/2012/01/el-creador-de-suenos.html) donde se cuenta la vida y obra de Brian Clough, justamente uno de los protagonistas de este duelo de película.

Clough y Revie. Dos rivales cara a cara.
El comienzo del conflicto se sitúa en los momentos previos a un enfrentamiento de copa (de las tantas que hay en Inglaterra) en la temporada 67-68 entre el Derby County, colista de la Segunda División, y el Leeds United, puntero en Primera. El resultado no pasaría a la historia ni sorprendería a nadie (victoria 2-0 del Leeds) sino que lo importante aquí era la guerra que se estaba avecinando. El técnico del equipo local, Brian Clough, se disponía a recibir, como la tradición manda, al cuerpo técnico del equipo visitante encabezado por el entrenador del momento, Donald George Revie alias “Don”, que había logrado ascender al Leeds y ubicarlo dentro de los mejores de la liga. Quizás la misma personalidad de Revie o la gran diferencia entre ambos conjuntos, hicieron que desista de ir a saludar al dueño de casa que esperaba gustoso. No lo sabemos. Lo cierto es que Clough nunca jamás perdonaría este gesto grosero y se juró a si mismo construir un gran equipo para ascender a la Frist Division y poder superar al Leeds de Revie.

miércoles, 4 de enero de 2012

Brian Clough: el creador de sueños


267 goles en 296 partidos jugados, parecen números de alguno de los mejores y más famosos jugadores de fútbol de la historia. Pero sólo son las cifras de un personaje que apenas disputo 3 partidos y anotó un gol en la máxima división de la vieja Liga Inglesa.  

Clough en su paso por el Boro.
Brian Howard Clough nació el 21 de marzo de 1935 en Middlesbrough, Inglaterra. Hincha del equipo de la ciudad -el Boro como popularmente se lo llama- comenzó desde pequeño con la afición del fútbol en sus venas. Allí jugó durante su adolescencia llegando al equipo principal luego de prestar sus servicios en la Royal Air Force. Asentado ya como titular, disputó 222 partidos en seis temporadas en la Segunda División Inglesa marcando 204 goles. Adquirido por el Sunderland en 42 mil libras, llegó a jugar 74 partidos en dos años anotando 63 tantos, hasta el fatídico día que una rotura de ligamentos lo alejaría definitivamente de las canchas.

La exitosa pero prontamente truncada carrera como futbolista daría paso a la profesión con la que alcanzaría la cima del fútbol mundial. Inicialmente entrenador de juveniles en su último equipo, Brian Clough rápidamente buscó nuevos retos que pusieran a prueba sus habilidades a la hora de dirigir y entrenar. Luego de un pequeño periodo al frente del Hartlepools United de la Cuarta División, firmó en el Derby County junto a su inseparable compañero Peter Taylor. En los Carneros comenzó a forjar el estilo que le sería propio de aquí en más y que le depararía duras críticas en el futuro. Declarador polémico y perspicaz, entrenador astuto, exigente y temperamental, defensor acérrimo del juego limpio y las tradiciones del fútbol. Siempre en constante fricción con la dirigencia de los clubes debido a su particular método de contratación de jugadores que lo hacía llegar a adquirir a los mismos futbolistas con los que había contado en sus anteriores clubes, recomendados por su ayudante Peter Taylor, como por ejemplo John McGovern, Roy McFarland, John O'Hare y Archie Gemmill.

domingo, 1 de enero de 2012

La tradición de no pagar

En los tiempos que corren la lucha entre lo antiguo y lo nuevo, lo tradicional y lo moderno, es una batalla que se desempeña en varios frentes simultáneos. Entre ellos, el fútbol también es el lugar de disputa de valores que pugnan por imponerse unos sobre otros. Mediando la década de 1860, las reglas de este deporte inician un proceso de refinamiento, legitimación y consolidación que derivó en la estructura que hoy conocemos pero que distaba, en ese entonces, de parecerse a la actual. En este contexto, en las Islas Británicas se respiraba un ambiente inundado por la popularidad creciente del juego que enfrentaba a once jugadores por lado, persiguiendo la actitud errante de un balón con olor a cuero, y con el único objetivo de abrazarlo entre las redes que tendían de los tres palos. 
Equipo de Queen's Park campeón de la Copa de Escocia de 1874.
Con sueños de grandeza, un grupo de jóvenes escoceses de la ciudad de Glasgow fundaban así un 9 de julio de 1867 el Queen’s Park Football Club: la primera institución futbolística de Escocia. El lema del naciente sueño era claro, contundente e inflexible: ludere causa ludendi (jugar por el juego mismo). Desde ese día en adelante el club no abonaría el salario de ninguno de sus jugadores sin excepción alguna. Ni el mismísimo Alex Ferguson, que vistió la camiseta del club entre 1958 y 1960, tuvo el lujo de recibir una sola libra. La decisión no era absurda ni arbitraria; respondía a  un clima de profesionalismo que comenzaba a invadir el mundo del pionero fútbol británico y que chocaba contra las tradiciones y los valores fundacionales de este deporte: solidaridad, caballerosidad, respeto y competencia sana.