miércoles, 14 de marzo de 2012

Los grandes también caen. Tercera Parte

En esta tercera y última parte de grandes descensos en el fútbol mundial, saldré un poco de la tónica de las anteriores ediciones para centrarme especialmente en clubes no de la grandeza de un Milan o un Manchester United pero que, sin embargo, han hecho historia en sus respectivos países y por supuesto a nivel internacional. Si se inventara una escala medianamente precisa para establecer los cánones entre grandes y chicos, podría decirse de estos clubes como grandes pero de segunda línea, o grandes sin la magnitud de los gigantes ya desarrollados en la primera y segunda parte de esta edición. Terminaré el recorrido por España, elegido no de forma arbitraria sino porque es el país donde los equipos más ganadores nunca han descendido, tal es el caso de Real Madrid, Barcelona y Athletic Club de Bilbao. No obstante, en el país de la península ibérica se dieron un par de ejemplos dignos de repasar sobre equipos también considerados grandes.

Don Alfredo. Un historico que sufrió aquel triste descenso.
La tabla histórica de la Liga Española de Fútbol indica que el Valencia Club de Fútbol es el tercer equipo que más puntos ha obtenido a lo largo de los 80 años de existencia de esta competición. Aunque con algunos partidos menos, ha sabido aventajar en las últimas temporadas al Athletic Club vasco, equipo que junto con Barcelona y Real Madrid no saben de descensos. Valencia C.F. supo ganarse un lugar entre los grandes de España a fuerza de grandes triunfos tanto nacionales como internacionales. Luego del parate por el desastre de la Guerra Civil (que entre otras cosas destruyó el estadio de Mestalla), el club comenzó a fundar un futuro con aspiraciones de grandeza alcanzando sus primeros logros en la década de 1940 con la Copa del Generalísimo (hoy Copa del Rey) en el ’41, la Liga en el ’44, ’46 y ’47, y nuevamente la copa nacional en 1949. Décadas más tarde la institución se preparaba para asaltar la cima del continente en dos proezas que quedaron marcadas en su historia: el bicampeonato de la Copa de Ferias (posteriormente Copa UEFA y actualmente Europa League) en los años 1962 y 1963, superando en la final a Barcelona y Dinamo Zagreb respectivamente. Luego de otra edad de oro en la década del ’70 con la predominante figura de Mario Alberto Kempes, la institución valenciana cayo en una profunda crisis económica ya entrado el nuevo decenio producto de la partida de las viejas figuras pero sobre todo debido a la reforma completa del estadio de Mestalla para el Mundial de 1982.  


Copa UEFA 2004. Nuevamente dueños de Europa.
A la agonía económica e institucional se sumo progresivamente el declive futbolístico. Llego aquel milagro en la última fecha de la temporada ’82-’83 con el que Valencia salvaba por primera vez la categoría: gol agónico de Tendillo en Mestalla y ante Real Madrid que necesitaba ganar para consagrarse campeón, y salvación a último momento producto de varios resultados favorables en el resto de los partidos. Lo que se anunciaba en las siguientes campañas sería mucho peor. En la Liga de 1986 nuevamente Valencia arribaba a las últimas instancias con el serio peligro del descenso. A falta de dos fechas debió visitar a Barcelona con la obligación de ganar. Finalmente fue derrota 0-2 y ante el sospechoso empate en cero de Cádiz y Betis se sentenciaba el fatídico final. Luego de 55 temporadas ininterrumpidas en la máxima categoría, el gran Valencia debía jugar en Segunda. Atrás quedaban las épocas doradas iniciadas a partir de los ’40 que depositaron al club entre los grandes de Europa. Olvidados parecían los gritos de Kempes, sinónimo de gol en Valencia, las indicaciones de Alfredo Di Stéfano desde el banco, injustamente elegido por la historia como el técnico que sufrió el descenso.

Rafa Benitez. Uno de los mejores DT de la historia.
Así como el viejo Mestalla resurgió de entre las cenizas producto de las bombas realistas de la Guerra Civil, así tuvo que sobreponerse también el club de la ciudad. Con el inmediato regreso a Primera se inició un periodo de transición entre la vieja dirigencia y la transformación a una sociedad anónima que llevó prácticamente todo la década de 1990. Sobre el final de la misma y hasta con el estadio renovado, el club conoció nuevamente el sabor de la victoria: triunfo en la Copa del Rey en 1999, y dos finales consecutivas de Champions League en 2000 y 2001 cayendo ante Real Madrid y Bayern Munich respectivamente que presagiaban el inicio de una nueva época dorada. Con el ignoto Rafael Benítez ya en el banco y entrado el nuevo siglo, Valencia ganó nuevamente una Liga Española en 2002 después de 31 años de sequía, repitiendo dos años más tarde. En aquel 2004 también llegó nuevamente a la cima del continente, esta vez adquiriendo la Copa EUFA en el último titulo de Rafa Benítez en la institución antes de pasar a Liverpool. Este de Valencia es un nuevo ejemplo de aquellos clubes para los cuales el descenso a la segunda categoría representó el comienzo de una época mucho mejor, repleta inclusive de nuevos títulos que engrosaron las vitrinas del club.
Jesus Gil y Gil: para la historia, el gran responsable.

Historia paradójica si las hay en España es la del Club Atlético de Madrid, el Aleti para sus seguidores. Los números indicaban que para la década del ’80 el Atlético se ubicaba tercero en la tabla histórica de la Liga Española, mucho más cerca de alcanzar al segundo -Barcelona- que ser alcanzado por sus perseguidores Valencia y Athletic Club. De hecho, y aunque actualmente parezca mentira, sólo dos títulos separaban a ambas instituciones: el equipo culé contaba con 10 ligas ante las 8 de los rojiblancos. La prodigiosa década de 1990 de Barcelona y la decadencia institucional y futbolística del Atlético colaborarían en que el abismo entre ambos clubes se hiciera cada vez más grande, y que el Aleti cayera a la quinta posición histórica.

El 1 de julio de 1992 al Club Atlético de Madrid se la adjuntaron las siglas S.A.D. (Sociedad Anónima Deportiva), pasando a ser el principal accionario y figura destacada y polémica por las próximas décadas el empresario y Alcalde de Marbella Jesús Gil y Gil. A pesar del espejismo del doblete en el ’96 (triunfo en Liga y Copa del Rey) las sospechas sobre los manejos institucionales de Gil y Gil nunca cesaron. Así se llegó al año 1999 cuando Manuel García Castellón, juez de la Audiencia Nacional, decreta la destitución del presidente del club y de todo el Consejo de Administración de la entidad, y la intervención, el embargo y el secuestro de las acciones del Club Atlético de Madrid Sociedad Anónima Deportiva (1). El escándalo trascendió con el tiempo en el llamado “Caso Atlético” que llegó hasta el Tribunal Supremo de Justicia Español y sentenció en 2004 a Jesús Gil y Gil como culpable de apropiación indebida del Club Atlético de Madrid y de estafa al club por simulación de contratos. El polémico presidente ya había fallecido y nunca llegó a pagar por sus fechorias.

Hasselbaink entre lagrimas. Le tocó fallar el último penal.
En medio de este inmenso escándalo, el equipo debía afrontar una dura campaña. Con grandes jugadores como Kiko, Jimmy Floyd Hasselbaink, Esteban Solari, Celso Ayala, Carlos Gamarra y bajo la conducción del experimentado Claudio Ranieri, los colchoneros tenían que remontar una temporada que no había comenzado nada bien: primera vuelta de la liga en la 14º posición a sólo un par de puntos del descenso. Los siguientes malos resultados alejaron a Ranieri de la conducción y trajeron a un viejo conocido de la casa: Radomir Antic, el jefe de aquel genial equipo de 1996. El golpe de efecto no tuvo el resultado esperado y el Atlético llegó a los ultimas tres fechas con la obligación de ganar todos los puntos y esperar otros resultados. El 7 de mayo visitaron al Oviedo, un rival directo en la pelea. Tras un 0-2 parcial el equipo rojiblanco logró recuperarse y empatar el encuentro en sólo diez minutos. El milagro era posible, el Aleti todavía respiraba. A falta de 5 minutos el árbitro marcó un penal para la visita y el encargado de cambiar la historia fue el hombre que se encaminaba a convertirse en la figura del partido y el héroe del Atlético: el holandés Jimmy Floyd Hasselbaink, goleador del equipo con 24 tantos. El remate al centro del arco rechazado por el arquero del Oviedo y la sentencia establecida, la pena máxima para un grande de España que debió sufrir las llamas del infierno en la segunda categoría. El destino tendría deparada otra curiosidad de ese triste día: el técnico del Oviedo era nada más y nada menos que Luis Aragonés, vieja gloria de los colchoneros y artífice de la gran final de la Copa de Europa perdida ante Bayern Munich en 1974. (Ver El regalo que costó un campeonato)


 Oviedo 2 - Atletico 2. El penal de Hasselbaink y el descenso a Segunda.


Europa League 2010. El regreso del Atlético a la cima del continente.
El 28 de abril de 2002 y luego de dos temporadas en el ascenso, el Club Atlético de Madrid regresaba a Primera de la mano del verdugo de aquel año 2000: Luis Aragonés que volvió a su antiguo amor para depositarlo en la maxima categoria del fútbol español. La adaptación no resultó nada fácil para el club. Luego de una restauración institucional y el alejamiento escandaloso de Gil y Gil, el viejo y querido Aleti transita actualmente por aguas tranquilas y con vísperas de grandeza. El club volvió a la cima de Europa en 2010 tras el éxito en la nueva Europa League con figuras destacadas como Sergio Agüero, Diego Forlán y el capitán Antonio López, triunfo que hace pensar que el gran Atlético comienza a estar de vuelta en el primer plano.

 
(1) Extraído de www.sdehumo.net/blogs/historia/archive/2008/01/31/1999-2000-el-descenso-a-segunda-division.aspx

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